Los accionistas de Air Nostrum abandonan Argentina tras
la ruptura del acuerdo entre Sol y Aerolíneas Argentinas. Los socios de la
empresa española aceptaron en septiembre de 2015 el ofrecimiento de los
propietarios de la compañía aérea argentina Sol para entrar en su capital como
socio tecnológico a través de la sociedad ILAI. El objetivo era tutelar el
proyecto de cambio de flota de Sol para sustituir los turbohélices Saab 340 por
reactores CRJ200.
Un mes antes, Sol–una compañía regional independiente radicada
en Rosariohabía suscrito un acuerdo con Aerolíneas Argentinas que tenía como
objeto alimentar los vuelos de la compañía de bandera mediante una operación
regional, contribuir a la racionalización del mercado doméstico de ese país y
aumentar la conectividad con las regiones más aisladas y ultraperiféricas. Este
tipo de contrato de “compra de capacidad” (CPA: capacity purchase agreement) es
práctica habitual en el sector, y está muy extendido en Estados Unidos y Europa
entre aerolíneas regionales y de bandera.
La dilatada experiencia de Air Nostrum en la operación de
reactores canadienses Bombardier de la familia CRJ así como los 18 años de
trabajo como franquicia para vuelos regionales de Iberia favoreció que Air
Nostrum fuese escogida por Sol como socio tecnológico para llevar a cabo el
proyecto y que se llegase a un acuerdo para que los socios de la aerolínea
española entrasen en el accionariado de la compañía.
La entrada de los propietarios de Air Nostrum en el
capital de Sol a través de la sociedad ILAI estaba condicionada a la existencia
del acuerdo antes citado entre Aerolíneas Argentinas y Sol.
En el contrato firmado en septiembre de 2015 entre ILAI y
Sol, los socios de Air Nostrum promovieron la inclusión de una cláusula de
salida del accionariado de Sol si se rompía el acuerdo con Aerolíneas
Argentinas.
Tras las elecciones de octubre de 2015, cambió toda la
cúpula directiva de la compañía de bandera argentina. Una de las primeras
decisiones de los nuevos gestores tras tomar posesión de su cargo fue informar
a Sol de la resolución del contrato de forma inmediata y unilateral.
Ante esta circunstancia los responsables de ILAI han
optado por hacer efectiva la cláusula de salida que habían incorporado. El
impacto económico para ILAI ha sido mínimo porque su aportación se
circunscribía fundamentalmente a su papel tecnológico dentro de la remodelación
de la flota.
Las inversiones de los socios de Air Nostrum en el resto
de Hispanoamérica se mantienen inalteradas, sin que esta ruptura de contrato
haga disminuir la confianza en las posibilidades que ofrece la aportación de
know how español en Latinoamérica.
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