Favor de permanecer con los cinturones abrochados



Uno de los familiares de las víctimas del vuelo 261 de Alaska Airlines (que cayó el 31 de enero de 2000 mientras cubría la ruta Puerto Vallarta-Seattle), dijo una vez en una entrevista que todos creemos que los accidentes aéreos les pasan a otras personas, nos resistimos a creer que nosotros podemos ser víctimas de uno.

Parece que los pasajeros de hoy en día tienen esa mentalidad y tienden a no seguir las instrucciones que les dan los miembros de la tripulación mientras están en un vuelo: cuando va a despegar el avión, las asistentes de vuelo tienen que estar revisando que todo mundo guarde sus mesitas, se haya puesto el cinturón y su asiento esté en una posición de noventa grados.

Es fácil revisar antes del vuelo, pero las cosas se complican estando en el aire: la gente se lavanta para ir al baño, estirarse un poco; mientras tanto, las encargadas están preparando los bocadillos y revisando que todo esté en orden, por lo que es difícil asegurarse de que todos mantengan sus cinturones de seguridad abrochados, como pidieron al inicio del vuelo.

Justamente, la semana pasada hubo dos incidentes en los que, a medio vuelo, los pilotos se encontraron con turbulencia repentina, por lo que no alcanzaron a avisarle a los pasajeros que se abrocharan sus cinturones. El saldo: más de cincuenta personas heridas a bordo de los aviones en los que viajaban.

El seis de septiembre, el vuelo QR-932, que cubría la ruta Doha-Manila, tuvo que aterrizar de emergencia en Manila luego de que se encontrara con turbulencia severa mientras hacía la aproximación. El número de heridos varía, algunas fuentes dicen que sólo fueron cinco personas, mientras otros medios mencionan hasta cuarenta.

Por otra parte, el 31 de agosto, el vuelo MS-986, cubriendo la ruta Nueva York-El Cairo, tuvo sus problemas al encontrarse con turbulencia al salir del espacio aéreo de Nueva York, lo que causó héridas a diez pasajeros y dos miembros de la tripulación. No fue necesario un aterrizaje de emergencia, pues tres doctores a bordo ayudaron a los afectados.

Este tipo de turbulencia suele ser común, es por eso que siempre se pide a los pasajeros que mientras permanezcan sentados, abrochen sus cinturones. Las reglas no están puestas nomas o por nomas, o para fastidiarnos y hacernos la vida imposible. En estos casos no se perdieron vidas, pero nunca se sabe cuándo pueda ser peor.
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